martes, 10 de noviembre de 2009

Paseo dominical por la sala de un hogar modelo, o lo que es lo mismo, se llueve y se moja como los demás





Nota importante para el lector actual: el siguiente texto es totalmente anacrónico, el lector imaginado debe ser abuelo ya, sin embargo, consideramos que el rito y rituales referidos, se mantienen vivos… ¡cómo chingados no!







¡Goooooya, goooooya....... cahún, cachún ra,ra...! ¡Cómo no te voy a querer!



Por Jesús Vargas

Sentados frente al nicho principal, consagrado al televisor, como sucede en todo buen hogar, esperamos el inicio del juego del hombre...
Mi compadre Juan nos demuestra, dibujando sobre una servilleta, cómo al abrir la Estrella de David surge una suástica. Moisés, el judío del grupo, es el único que no festeja la ocurrencia que a los otros nos pareció divertida y actual; Arruga y tira el papel mientras sentencia:
-Que nuestros muertos nos perdonen por elegir este gobierno...
Yo sonrío al implicar que Moi, además de ser judío, es mexicano ¿Se refiere al gobierno israelí o al mexicano? Juan pretende continuar la charla sobre el tema recordando las últimas matanzas, pero el Flaco, que prevé pleito, haciéndose el gracioso ataja:
-Para qué discuten si toda controversia se puede dirimir a chingadazos...
especialmente cuando el otro es más débil...
En lugar de reír, guardamos silencio, pues no se necesita ser especialista en política para saber que esa es la síntesis de lo que pasa en el mundo.
El silbatazo inicial y mi mujer, que trae una charola con viandas, nos hacen cambiar de sintonía; Preparamos las “cubas” y brindamos, dos por el triunfo de Pumas y dos por el de Cruz Azul.
Pasan los minutos, el marcador sigue en ceros; los niños gritan en el patio, las mujeres los cuidan y preparan el guacamole para los tacos de chicharrón.
Con el juego tedioso y ya entrados en tragos, reímos con las pendejadas lingüísticas de los cronistas deportivos que nos remiten al “pero, mas, sin embargo” de la tal Azalia de Big Brother y de una primera dama de ingrata memoria.
Después: Que si es una bruja...
Que si tal es puta y la otra imbécil...
Que si aquél es maricón...
Jugamos con: Sì güey, no güey, ya güey y con el resto del repertorio verbal, suficiente y necesario, para anular cualquier comunicación. Chupamos, botaneamos. Botaneamos, chupamos.
Fuera de un buen lance de Campos, nada pasa. El gol catártico no llega, pero el alcohol cumple la misión de turbar las potencias.
Aunque desilusionados por el 0-0, devoramos los tacos chicharroneros con singular regocijo y, de igual manera, nos profesamos amor fraternal con masculinos madrazos; expresamos mutua congratulación por tener familias normales, esposas modelo e hijos maravillosos.
-No hay más mundo feliz que éste-.Volvió a resumir el Flaco.
Al anochecer, la despedida con besos, abrazos y la promesa de repetir el ritual el próximo domingo en casa de mi compadre.
No les cuento lo que sucedió a continuación, ya en privado con mi mujer, porque sería romper la mágica embriaguez del culto dominical a las sagradas familias... pero mientras ella siga cumpliendo su papel histórico hic... ¡No hay hic... pedo… hic!


*Notas del narrador omnisciente, que no quiso participar en este relato
:
-El segundo ritual más importante para las 4 familias es comer los sábados en McDonald's “para que los niños dejen de joder con la cajita feliz”
-La mujer de Juan es amante de Moisés.
-El primogénito del Flaco es hijo de Juan
-La esposa del anfitrión consulta un abogado para iniciar el trámite de divorcio y apagar fuegos de su entrepierna.
**Nota del autor: El narrador de tercera persona, que no quiso intervenir, piensa que este relato es ordinario y despreciable para las clases medias.
***Nota de los editores: El autor escribió esta basura en estado de embriaguez light y pop, pero la publicamos porque, a pesar de todo, es “persona humana”.

2 comentarios:

  1. No ordinario, no despreciable pero sí desencantador. A mí sí me habría gustado llegar al final con una familia normal sin que apareciera el aguafiestas del narrador omnisciente y con un claro triunfo de PUMAS CAMPEóN.

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  2. Pumas campeón... creo que aún nos tocará volver a verlo!
    Por lo demás, habrá que buscar formas creativas para una nueva estructura familiar, o "hacernos de la vista gorda"

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