El arte como mercancía, el arte como fetiche...
Piero Manzoni, artista de un movimiento considerado neo-dadaísta, da cuerpo objetivo al título de este escrito, presentando en 1961 una serie de noventa latas de conserva, llenas con su propio excremento: Merda d'artista fue el título de esta serie que salió al mercado con un precio equivalente a la cotización actualizada de su peso en oro. Numeradas y firmadas en la tapa, por supuesto.
Este trabajo de Manzoni fue el punto de referencia y punto de partida para la construcción de un scketch, como forma distintiva del teatro de cabaret, cuyo motivo principal es la venta de mierda, que realiza un personaje con rasgos del típico merolico y de la trabajadora doméstica. Escribí el sketch para el módulo dadaísta de la performance 4V a partir de ejercicios estructurados de improvisación.
Otro elemento que compone este módulo, fue recuperado de Para hacer un poema dadaísta de Tristán Tzara, en que se explica la forma de escribir un poema y ser un escritor infinitamente original y de una sensibilidad hechizante, aunque incomprendida del vulgo. El vendedor de mierda hace lectura de un poema del cual reclama autoría, acompañado por un coro de bobos y un hombre que actúa como mono llamado “Belleza”.
El hombre que actúa como mono, mantiene contacto agresivo con el público, baila fragmentos de El lago de los cisnes tarareado por el coro y canta Hip-hop. Se optó por esta modalidad por representar una forma de expresión juvenil, de rebelión o resistencia frente a los efectos de la globalización; en este caso, la mordacidad del hip-hop se dirige hacia los críticos del arte. También se incorporan fragmentos del Manifiesto Dadá.
A continuación el texto del sketch:
(El merolico. Con aspecto de trabajadora doméstica indígena -de cliché- entra a escena; en una mano sostiene una charola con los frascos de mierda, detrás de ella, entra Belleza)
Werita, werita, señor, señora, señorita, que no le digan, que no le cuenten, que la única mierda auténtica de artista la encuentra aquí.
Dígame el nombre de su artista favorito, si no tengo sus excrecencias se las consigo.
Mire, mire, Stanislavski, Shakira, Dalí, Octavio Paz, Isadora, Duncan y Adria Peña.
No compre imitaciones porque la única y legítima caca de artista la traigo yo como única y exclusiva oferta para usted.
Recuerde que el arte es el alimento del alma y si usted, damita, caballero, es un Salieri cualquiera siempre podrá tener a la mano esta práctica presentación, en vasito transparente, de las esencias de un genio. Sin duda hará que su mediocridad duela menos.
Mientras que usted, finísimo público decide por la fecal maravilla que comprará, deje que le presente a mi mono, mi amante mi cómplice y todo… Belleza.
Un aplauso por favor… (dirigiéndose a quien, de entre el público no aplaude) apláudale por favor señor(a) no sea culero(a)…(entra coro de bobos aplaudiendo y gritando bravos)
Permítanme demostrar una maravilla esplendorosamente espectacular de belleza:
Belleza bailará y cantará para deleitar su académicos ojitos y orejitas.
(El coro de bobos tararea fragmentos de un ballet, Belleza baila en puntas… el coro de bobos aplaude a rabiar…transición a hip-hop, el coro de bobos acompaña percutiendo su cuerpo y haciendo chasquidos rítmicos con la boca)
Belleza — (en hip-hop) Hoy les digo a ustedes, señores y señoras: La belleza ha muerto y no hay vuelta de hoja.
La obra de arte no es alegre ni es triste, ni es clara ni es oscura, pues no es una cerveza ni puta madura.
La obra de arte nunca es bella por decreto, la belleza es relativa… o dime wey ¿cuál es el secreto?
Por eso yerras si te dedicas a crítico, sólo alimentas el fetiche mítico.
¡Hey, crítico! Dime cuál es tu dogma y te diré de qué basurero te sacaron; te sacaron, te sacaron, basurero, basurero. Uleeeeeeeero.
(El merolico le tapa la boca, sonríe condescendiente al público, hace que se lleven a belleza y continúa su venta. Coro de bobos y belleza hacen mutis).
Merolico— Ustedes excusen a mi mono, a veces necesita un vergazo.
Como les decía finísimos caballeros y caballeras, si necesitan inspiración en sus procesos creativos, sólo destapen el frasquito y dejen que los éteres del genio invadan el ambiente, respire profundo, sostenga, exhale y disfrute.
¿Qué quiere?, ¿un recuerdito de Luis Ricardo Gaytán?, aquí lo tenemos, que lo quiere de Luis Miguel, Cristian Castro o Valentín Elizalde, aquí está también.
Señores, señoras y mensas ¡Perdón! Señoritas, no pierdan la oportunidad que se les presenta por sólo unos minutos, de tener en la sala de su casa, en su refrigerador o bajo la almohada éste producto maravilloso.
No es por presumir pero también soy artista y mientras eligen la mierda que se llevan a casa, les voy a secretar uno de mis más sentidos poemas:
(entra el coro de bobos, uno de ellos con la cartulina del poema en la mano)
Merolico— (Lee el poema, el coro de bobos repite el final de algunas palabras cantando a manera de estribillo. Al finalizar la lectura, el coro de bobos aplaude a rabiar)
(El merolico declama el poema Dadá[1]del que reclama autoría)
Decídase
Olvidan mar de
sus tumores muertos
seguridad de juguetilandia
gobernabilidad de orina
ABC Sonora económica examen
Calderón satisfacción mórbida
guardería general y velas
mujer ambiental concluye cultura
A No
Coro de bobos— Libertad: DADA, DADA, DADA, aullido de colores encrespados, encuentro de todos los contrarios y de todas las contradicciones, de todo motivo grotesco, de toda incoherencia: LA VIDA. (un miembro del coro hace una arabesco operístico, los demás le miran horrorizados y lo corren, mutis en persecución. El merolico regresa a escena pregonando su producto, al darse cuenta de que nadie compra, hace mutis, no sin antes mostrar el dedo medio a la concurrencia).
[1] El texto se construyó en forma aleatoria con recortes de palabras, tomadas de un artículo periodístico con el tema de la guardería ABC y de una revista con temas médicos, cada palabra fue pegada sobre el reverso de un mantel infantil, en cuyo frente estaba la figura del auto de la película Cars.
Cuando las excrecencias se ven limitadas por un estreñimiento crónico, el valor del copro aumenta notablemente, claro es, sólo en el caso de artistas insignes. Deberíamos pensar en Sotheby's en un futuro!
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