
Aquél, cuya desfachatez y cinismo no fue obstáculo para seguir avanzando: Hacer el camino.
Bondadoso y generoso, el otro, incapaz de ofender y de tomar lo ajeno: Amar al prójimo.
El siguiente, aburrido por metódico, leal en toda circunstancia: Obrar con valores firmes.
El cuarto, mi alter ego, descarnado, antítesis del eufemismo: Buscar la verdad.
Vulgar, grosero, insufrible para el resto, el quinto, buen compañero para mí: Ver lo que nadie más ve.
Todos, fraternalmente solidarios… Sus nombres… ellos saben quiénes son, eso basta.
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